Proyecto Club Hemingway (2015)

 

En el verano de 2008, mi esposa María Eugenia y yo fuimos invitados por mis primos a pasar unos días en su hermosa casa del Alto Ampurdan, una tierra que nos había cautivado por su belleza, agradable clima, buena gastronomía y calidez humana.

Fue en ese viaje que tuvimos la suerte de conocer a Pere de Ribot y Emma Grau, un matrimonio de extraordinarios pintores y personas, con quienes conectamos rapidamente, siendo el inicio de una gran amistad.
En ese viaje tuvimos la oportunidad de conocer la obra de Pere de Ribot en su maravilloso estudio de Siurana, cuadros de gran formato, con paisajes que evocan la tierra donde nos encontrábamos, hechos con una mano creativa, serena, llena de recursos y tonalidades de color armonicas, con un resultado impactante y absolutamente cautivador.

La obra de Pere nos encantó y acto seguido le invitamos a exponer al otro lado del Atlantico, en la República Dominicana, tanto en el salón de exposiciones de Club Hemingway, ubicado en la playa de Juan Dolio, como en la galería Arte Berri, en la ciudad colonial de Santo Domingo, ambos lugares de referencia en nuestro país. Las exposiciones resultaron un éxito absoluto, tanto en ventas como en audiencia y crítica, pero igualmente sirvieron para que el artista entrase en contacto con un entorno muy diferente, la exuberancia del trópico, la vegetación, la luz y el mar Caribe, lo cual asimiló rápidamente y no tardaría en incorporar a su obra.

Entretanto, en una visita de nuestros amigos pintores a un pequeño y querido pueblo llamado Miedes de Aragón, encargamos a Pere de Ribot un cuadro en gran formato que resultó simplemente maravilloso, donde el artista supo plasmar e interpretar el sentido de esa tierra incorporando sus campos de rica agricultura, sus tejados y su famosa y singular torre de defensa gótico mudéjar.

Más recientemente, a finales de 2016, fue inaugurado el Hotel Casa Hemingway, un hotel “boutique” considerado uno de los más exclusivos de la República Dominicana, cuyo diseño estuvo a cargo de los arquitectos Nicola y Gianfranco Fini, pero que desde el momento inicial contó con la participación de Pere de Ribot, ya que su recepción incluía el encargo de una imponente obra suya de 6 metros de altura por 3 de ancho, iluminada durante el día con luz natural a través de un gran tragaluz.

Ya en la etapa final de construcción del hotel, Pere de Ribot se trasladó al lugar, donde permaneció varios meses pintando el mencionado cuadro con un resultado que solo podemos describir como maravilloso. Se trata de una obra en formato vertical, sobre la playa de Juan Dolio, que tiene como elemento central su icónico palafito de madera, “La Palapa”, rodeada por el cielo, el mar Caribe y la playa, genialmente interpretados. Una obra única, de gran belleza y personalidad que por siempre permanecerá unida Juan Dolio y la República Dominicana.

 

Jose Antonio Rodríguez Copello
Presidente del Banco López de Haro